IV. El zoco
1- Zoco de Chauen
Los zocos eran lugares de intercambio y compra-venta de mercancías y servicios. Los había al aire libre y cubiertos. En ellos exponían sus productos los tenderos y artesanos (especieros, orfebres, perfumistas, vendedores de tejidos y sastres, lecheros, hueveros, pescaderos, carniceros, esparteros, caldereros...), mientras que ofrecían sus servicios carpinteros, aserradores, pintores, molineros, zurcidores, escribanos, médicos, sangradores, herreros, barberos, albañiles, braceros..., por último, los acróbatas, narradores, encantadores... proporcionaban divertimento a la muchedumbre que abarrotaba el amplio espacio en el que de despliega el zoco que se convierte además en lugar de encuentro y de relaciones sociales.
Algunos oficios como curtidores y aceiteros se veían relegados a lugares alejados, fuera del zoco, por producir malos olores o sustancias insalubres.
Las tiendas eran muy pequeñas y las dedicadas a la artesanía solían tener incorporado el taller. El tendero se situaba normalmente sobre una tarima y desde ella podía alcanzar cualquiera de los objetos expuestos a la venta.
Al frente del zoco estaba el almotacén o zabazoque encargado de velar por su correcto funcionamiento. Entre sus atribuciones se contaban: fijar los precios prohibiendo el acaparamiento, controlar la calidad, los pesos y medidas y la moneda, asignar el emplazamiento de los gremios y los puestos, controlar la limpieza, imponer sanciones y retirar las mercancías defectuosas.
Para desempeñar las múltiples funciones de control y vigilancia del zoco el almotacén podía nombrar ayudantes y alamines para los gremios.
Los zocos se sitúan generalmente próximos a la mezquita aprovechando una plaza o espacio abierto. Cercanas a ellos estaban las alhóndigas o funduk, que servían de alojamiento a comerciantes y mercaderes y de almacén para sus productos. Un buen ejemplo de esta tipología es el Corral del Carbón de Granada, donde tiene su sede la Fundación El Legado Andalusí. Del término funduk deriva la palabra fonda. Las rutas comerciales que atravesaban el mundo islámico estaban jalonadas por establecimientos de este tipo que en otros lugares se conocen como jans o caravansares.
Los mercadillos de puestos de venta ambulante, de muchos pueblos y ciudades de nuestra geografía son herederos de esta tradición.
► Los zocos estaban repletos de freidurías en las que se despachaban buñuelos, pestiños y platos preparados con carne picada cuya elaboración era especialmente vigilada por el almotacén.
► Además de los zocos permanentes hubo otros que se desplegaban una vez en semana. De ellos surgieron las ferias que se celebraban extramuros pero cercanas a las puertas para permitir el fácil acceso.
►¿Sabías que... en la actualidad hay unos dos mil mercados rurales y urbanos en Marruecos, muchos de ellos de gran raigambre histórica?