Presa de Jándula y la canalización del Guadalquivir

7. Dos de once

En 1926, la ROP presentaba un detallado artículo de la canalización y aprovechamiento energético del Guadalquivir. Era la culminación de la gran atención que esta publicación prestó a tan vasto proyecto desde un principio.

Como ya se mencionó entonces, la geología del río era especialmente difícil de afrontar. Se precisaban cimentaciones muy profundas, que encarecían enormemente el proyecto. A esto se sumaba el régimen torrencial del río. Las presas que existían en aquella época en el Guadalquivir no superaban los 3 m., y los intentos por ampliar estas dimensiones habían sido infructuosos.

1- El paramento está forrado de sillarejos de granito.
1- El paramento está forrado de sillarejos de granito.
2- Presa hidroeléctrica de Cantillana en construcción
2- Presa hidroeléctrica de Cantillana en construcción
Foto 1: En el centro el torreón con sus lucernarios circulares, los arcos de medio punto del paso y el balcón del rey desde que se domina el cauce. ROP

 

El primer escalón era la presa de Alcalá del Río. Con un salto máximo de 8 m., tenía una potencia de 7.600 kwa. Se trataba de una presa móvil con compuertas metálicas. Las obras comenzaron en el verano de 1928. La central entró en servicio dos años después.

Canalización y Fuerzas no construiría ningún peldaño más. En 1929 paralizó su programa de obras. La grave crisis económica mundial, unida a la inestabilidad política y social que se vivió en España al término del período de Primo de Rivera, llevaron a esta Compañía a una difícil situación económica. En abril de 1935, la Junta General Extraordinaria de accionistas decide fusionar Canalización y Fuerzas a su empresa matriz.
 
Transcurridos  los  años  de  la Guerra  Civil,  Mengemor  se  ve  en  la obligación  de retomar  elproyecto de navegabilidad. Pero las condiciones han cambiado muy negativamente. La empresa se halla en una etapa económica precaria. Existe un bloqueo internacional a España, que impide importar equipos y materiales imprescindibles. Finalmente una fuerte sequía, unida a las cada vez mayores extracciones de agua del Guadalquivir para riegos, restan todo atractivo hidráulico al aprovechamiento del río. El Estado parecía haberse desentendido de la navegación, por lo que se le solicita la rescisión de la concesión. En junio de 1946 se desestima la petición, se establece el calendario de ejecución de los próximos escalones y se fija el mes de marzo de 1970 como fecha de conclusión de todo el proyecto de canalización.

3- Paramento aguas arriba.
3- Paramento aguas arriba.
4- Publicación de Cía. Sevillana de Electricidad
4- Publicación de Cía. Sevillana de Electricidad
Foto 3:  A la derecha del torreón, en la baranda de la coronación se aprecian los ocho tornos de los desagües de fondo. ROP

Mengemor se ve conminada a comenzar las obras del siguiente peldaño, Cantillana, en enero de 1948. Es una presa muy similar a Alcalá del Río, con unas condiciones geológicas y técnicas parejas. Aun con estas semejanzas. debido a los mencionados problemas de inversión y equipos, su coste multiplicó casi diez veces el del primer salto. La central entró en servicio ocho años después.

En marzo de 1950 debían comenzar las obras de las siguientes presas. Ante el revés económico de Cantillana, y los previsibles desastres financieros del resto de las obras, Mengemor se adelanta a la jugada. En 1949 presenta una modificación al proyecto de esclusas. Se propone la solución de un canal lateral excavado, por el que circularía el tráfico fluvial. Esta idea había sido expresamente desechada en el plan original por el alto coste que suponía su ejecución y sobre todo el mantenimiento. Ahora se aducían razones técnicas para defender su viabilidad. Se justificó la propuesta basándose en los importantes avances tecnológicos que los medios de excavación habían experimentado en las últimas décadas. De esta forma construir un canal artificial sí resultaba ahora económicamente factible. La Administración accedió al cambio del proyecto y Mengemor lograba así una moratoria en sus obligaciones.
 
A finales de 1951, Mengemor se fusiona con Sevillana de Electricidad, y traspasa a ésta la responsabilidad de la canalización. Pero la navegación del Guadalquivir era ya una idea arrinconada. En 1964, el Estado renuncia oficialmente a la navegabilidad del río. Los hechos apuntan a que nunca hubo especial interés en esta alternativa de comunicación. Alcalá del Río llevaba más de treinta años terminada, y la esclusa, que era competencia estatal, aún no era operativa por carecer del equipamiento preciso. El programa quedaba parcialmente suspendido, y no se volvería a retomar nunca más.