3. Navegando por el proyecto de canalización
Carlos Mendoza había fundado en 1904 la compañía eléctrica Mengemor. Tras un rápido desarrollo en el mercado energético andaluz, en 1916 inauguraba dicha empresa su salto de Mengíbar. Al acto acudió Su Majestad Alfonso XIII. Mendoza le hizo partícipe al rey de su gran proyecto de convertir en navegable el Guadalquivir. Alfonso XIII animó al Ingeniero en esta idea de dimensión histórica.
Fruto de ello el Consejo de Administración de Mengemor autorizó en abril de 1917 la redacción del proyecto. La solicitud oficial de concesión fue presentada en marzo de 1919 en el Ministerio de Fomento, con el título de "Canalización y Aprovechamientos de Energía del Guadalquivir".
El proyecto comprendía la construcción de once saltos que salvarían el desnivel de ochenta y ocho m. entre Córdoba y Sevilla. Las presas tendrían un salto útil entre 5,25 m. y 11,5 m. Los embalses se solaparían produciendo un calado mínimo en toda la vía de 2 m.
En uno de los lados de la presa iría la central eléctrica. En el otro se colocaría la esclusa que permitiría a los barcos salvar el desnivel entre dos tramos consecutivos. Además sobre los pilares de las presas se podían tender un puente de comunicación entre las dos márgenes.