Marraquech
La posición estratégica de Marraquech ha hecho de ella un lugar clave para el comercio de caravanas que desde el lejano Níger se dirigen a los puertos mediterráneos y atlánticos.
En sus nueve siglos de historia se pueden establecer tres períodos de expansión:
• De fines del XI a mediados del XIII con los Imperios Almorávide y Almohade. (Recuerda que en época almohade compartió capitalidad con Sevilla).
• Del siglo XVI a principios del XVII con la dinastía de los saadíes
• A partir de mediados del XVIII con la dinastía de los alawitas.
La plaza Yemaa el-Fna de Marraquech fue declarada por la Unesco Patrimonio Oral de la Humanidad.
*Qubba: pabellón cerrado con cúpula.
Mezquita Kutubiyya (Siglo XII. Califa almohade Abd al-Mumin). Recibe su nombre de los calígrafos y libreros (al-kutubiyyin) que ejercían su oficio en las inmediaciones. El mimbar o púlpito, que se encuentra en el Palacio al-Badi, es una obra señera de la artesanía de la madera en el mundo islámico medieval. Fue realizado en Córdoba por encargo del emir almorávide Alí y trasladado desde la mezquita de Ben Yusuf, que fue su primera ubicación, hasta la Kutubiyya hacia 1150.
El alminar de la Kutubiyya se ha convertido en el símbolo de la ciudad, sus 60 m. de altura lo hacen visible desde cualquier punto de la misma. Es el más antiguo de los alminares almohades y será inspiración para otros como la Giralda de Sevilla o la Torre de Hassan en Rabat. Su decoración varía en cada una de sus fachadas ofreciendo un rico repertorio de labor de shabka y la novedosa utilización de cerámica vidriada en sus cuerpos superiores.
Mezquita y Madraza de Ben Yusuf. La mezquita fue fundada en el siglo XII por el emir almorávide que le da nombre. Ha sido desde su fundación el núcleo central de la medina de Marraquech. Sus muros albergan una importante colección de manuscritos, algunos de ellos realizados en papel de tono rosa producido en Játiva (Valencia) en el siglo XIII.
Pabellón y fuente de la Menara
Del nombre de esta ciudad, cuyo significado sigue siendo una incógnita, deriva tanto el nombre del país, Marruecos, como una de las principales actividades artesanales de la ciudad, le marroquinería.
Cronología del Magreb occidental:
| Período Idrisi | 789 – 926 |
| Período rustami | 777 – 909 |
| Período almorávide | 1056 – 1147 |
| Período almohade | 1130 – 1269 |
| Período merini | 1196 – 1465 |
| Período saadí | 1511 – 1659 |
| Período alawí | 1631 |
La madraza es una fundación meriní del siglo XIV reconstruida por los saadíes en el siglo XVI. Se trata de un edificio de planta cuadrada estructurado en torno a un gran patio cuya primera planta está destinada a alojamiento de estudiantes.
Madraza de Ben Jusuf.
Alcazaba (siglo XII). De la ciudad imperial fortificada que construyesen los almohades sólo subsisten las puertas más importantes (Bab Agnau y Bab el Robb); la mezquita, muy transformada en el siglo XVI, que conserva, sobre las columnas de jaspe de su mihrab, capiteles andalusíes de época omeya y las fuentes del famoso Jardín de Agdal.
Puerta de Bad Agnaou
Los saadíes recuperaron la alcazaba como residencia enriqueciéndola con nuevas construcciones:
El Palacio al-Badi, "el Maravilloso", nombre que sin duda alude a su magnificencia, de la que se hicieron eco los cronistas y viajeros que tuvieron el privilegio de conocerlo en su momento de esplendor.
El Mausoleo de los saadíes, donde reposan los restos del fundador de la dinastía y de sus descendientes. Si eres un buen observador podrás detectar en su decoración algunos elementos italianizantes que evidencian la influencia de artistas y estilos artísticos europeos contemporáneos a su construcción.
Puertas y Murallas. El primer recinto amurallado de Marraquech es mandado construir por el segundo soberano almorávide All ibn Yusuf. Sus nueve kilómetros de perímetro interrumpido por torres de cubo salientes y un total de doce puertas permanecen casi intactos. Posteriormente, los almohades hacen desaparecer casi todo el lado sur al construir en esta zona la muralla que rodea la Kasbah o alcazaba almohade. Del siglo XVIII data la fortificación del actual triángulo norte de la ciudad que incorporaba el barrio de la Zawiya y la puerta almorávide Bab Tagzut.
Fuentes de Marraquech. Los almohades transformaron el paisaje semidesértico de Marraquech en un oasis a través de canalizaciones subterráneas llamadas hattara que traían el agua desde el Atlas para abastecer fuentes, aljibes, mezquitas y baños. Algunas de las numerosas fuentes distribuidas por toda la ciudad, como la Bab Duccala y la Muwwasin, están catalogadas como monumentos históricos.
Jardines Históricos. Al visitar los jardines de Marraquech entenderás porqué a esta ciudad se la conoce también con el poético nombre de al-Bahja, "ciudad que alegra el corazón".
Fuentes y pabellón de la Menara. Marrakech
Los jardines de Agdal cuentan desde su creación con dos estanques alimentados por un sistema de canalización que le garantiza el abastecimiento.
Los Jardines de la Menara, también de origen almohade, constituyen hoy en día el espacio de ocio favorito de los habitantes de Marraquech. A estos jardines se les dio el nombre durante la época almorávide y almohade de Buhayra, "el pequeño lago", el mismo nombre con el que se conoció en Sevilla a la Huerta del Rey.
Plaza de Yemaa el-Fna. Cuando te encuentres en esta extensa e irregular plaza situada en el corazón de Marraquech, estarás ante una de las imágenes más pintorescas que puedas encontrar en Marruecos. En ella se dan cita junto a tenderetes en los que se venden e intercambian productos, contadores de historias, malabaristas, danzarines y titiriteros que exhiben sus destrezas ante los curiosos que se arremolinan a su alrededor. Fue declarada recientemente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otras visitas que te recomendamos:
El Palacio de la Bahía y el Museo Dar Si Said, en el que se pueden admirar magníficos ejemplos de artes tradicionales marroquíes.