Arcos de la Frontera
Sus orígenes como población se remontan a época prehistórica, pero es durante el período andalusí cuando "Arkus" alcanza una cierta relevancia especialmente cuando fue taifa independiente con los Banu Jizrun. En 1086 albergó al ejército almorávide de Yusuf ibn Tasufin y un siglo después a los contingentes del califa almohade Yaqub al-Mansur. Fue conquistada por Alfonso X el Sabio pasando a convertirse en zona fronteriza con el Reino Nazarí de Granada.
Evocan su pasado andalusí las calles sinuosas, los adarves, las pequeñas plazas, y los restos de las fortificaciones que salpican su casco antiguo, que también te ofrece monumentos de interés como la Iglesia de San Pedro o la de Santa María de la Asunción, construida en el siglo XV sobre el solar de la antigua mezquita aljama.
Tras visitar ésta última y si no te impresionan las alturas no dejes de asomarte al mirador de la Plaza de España desde el que podrás apreciar la ubicación de Arcos sobre un escarpado cerro ceñido por el río Guadalete.