Arjona
Castillo de Berrueco. Foto Muñoz Valor
Asentada sobre una meseta elevada que domina gran parte de la Campiña y el Valle del Guadalquivir, Arjona fue un núcleo relativamente importante durante toda la época andalusí.
En época musulmana se identifica con Qalat Aryuna donde se asentó parte del linaje árabe de los Banu Bayila tras la conquista. Empezó a verse afectada por la intensificación de los ataques castellanos al norte del Guadalquivir y por las operaciones de respuesta de los gobernadores almorávides y almohades.
Será a principios del siglo XIII cuando la localidad alcance durante unos años un elevado protagonismo y cuando de ella salga uno de los políticos más importantes de la historia de al-Andalus: Muhammad Ibn Nasr Ibn al-Ahmar, que sería el fundador de la dinastía nazarí de Granada, dueña de la Alhambra. Perteneciente a un antiguo linaje árabe, Ibn al-Ahmar, se sublevó en 1232 en Arjona, donde fue proclamado sultán. Pronto afirmaría su posición, recibiendo la sumisión de la mayor parte de las localidades de las campiñas de Jaén. Arjona es conquistada 008-Arjona. Ibn-Alhamar en 1244 por los ejércitos cristianos, dos años antes de la entrega por Ibn al-Ahmar de Jaén a Fernando III.
La ciudad medieval
La ciudad medieval estuvo situada en la parte más elevada de la población actual. De sus recintos amurallados se conserva una rica documentación planimétrica y descriptiva. La alcazaba, que dominaba el recinto, deja ver aún varios elementos. En su extremo oriental se encontraba el alcázar, entre la plaza de Santa María y la calle de Los Mártires, y la mezquita, posiblemente bajo la iglesia de Santa María.
De todo el conjunto musulmán, el único elemento relevante que subsiste es un gran aljibe, bajo la plaza de Santa María.